jueves, 7 de abril de 2011

SOLIDARIDAD Y SABIDURÍA

He publicado algunos post originarios de una publicación de un amigo colombiano, Santiago Mariño, que puntualmente nos envía el boletín de De2Haz1, pero siempre lo he hecho solo de la columna principal que suelen ser escritos de personas con mucho por compartir y con una sabia temática para y por la vida; digo esto porque esta vez incluyo el comentario previo de Santiago al sentirme desnudamente identificado. Os recomiendo pasaros por De2Haz1, ahí hay buena energía, onda o como queráis llamarle.  Gracias Santiago.
Lpl


"ser agradecido desencadena la plenitud de la vida, convierte lo que ya tienes en suficiente, y trae paz al ahora"
Melody Beattie

¡Hola!

La auto-observación que cada quien hace de sí mismo debe ser constante y permanente. Bajar la guardia en este aspecto es un lujo que no podemos permitirnos en estos tiempos.

¿Te estás permitiendo salirte de tu zona de comodidad? ¿O eres un juguete del deseo de tu mente por mantener el control?

¿Te auto-observas sin crítica? ¿O cada vez que te pillas un comportamiento que no te gusta te juzgas y te das palo (y de paso fortaleces el poder que tu mente ejerce sobre ti)?
 
En servicio,
Santiago
Coach en Inteligencia del Cambio
www.SantiagoMarino.com









Solidaridad y Sabiduría:

EL SENTIDO DE SENTIR, por María Antonieta Solórzano 


El año pasado, con ocasión del terremoto de Chile, la noche de ese domingo apareció en un noticiero un hombre que llevaba sus pertenencias en una bolsa. Iba camino a un refugio y cuando los periodistas le hicieron la típica pregunta de ¿cómo se siente?, él contestó: “Esto hay que aceptarlo y seguir adelante porque la naturaleza es así”. 
Este hombre parecía invitarnos a entender que la naturaleza es incierta, que hoy se tiene pero mañana no, que la serenidad es el estado mental donde el contacto con lo esencial puede aflorar. Pero, en contraste, lo que nos ocurre es que aceptamos vivir inmersos en las angustias y ambiciones de luchas por el poder en el seno del hogar o en la arena política. 

Al buscar los privilegios igual podemos, en la vida familiar por ejemplo, contarle al grupo de los “malos” del colegio un secreto de un hermano y convertirlo en el hazmerreír del curso. O, desde lo político, hacer coaliciones donde los adversarios pueden perder desde su prestigio hasta la vida. 

Hace más tiempo, con ocasión del terremoto de Chile de 1960, una niña de 11 años que se sintió conmovida con la situación le pidió a su padre que pintara un cartel con unas manos pidiendo ayuda para los afectados. Ella escribió su nombre y esperaba que sus compañeros la ayudaran a recolectar cosas. Llegó al colegio y puso el cartel en lugar visible. La directora de curso lo arrancó violentamente, fue hasta el salón y la regañó por su deslealtad y sed de protagonismo. La niña no debía hacer esas propuestas a título personal, sino a través de ella que era la autoridad. 

La iniciativa se llevó a cabo a nombre del curso, con el compromiso y la motivación humillada de la niña, pero con el crédito para el adulto responsable. La actuación de la profesora estaba dentro de los cánones de nuestras formas de convivencia: el que tiene poder lo usa para ganar prestigio y privilegios. Al que no lo tiene hay que confundirlo, decirle que cuando siente solidaridad con los desposeídos es desleal y después sacar ventaja del sentimiento de culpa generado en esta estrategia. 

Curiosamente, los desastres naturales ponen al descubierto una realidad más profunda: nada que se consigue con las artimañas del poder dura para siempre. Sólo podremos construir una sociedad capaz de enfrentar la adversidad inevitable, cuando desarrollemos la humildad y serenidad suficientes para apreciar que la solidaridad y la sabiduría son más esenciales a la vida humana que el prestigio y el poder.


(María Antonieta atiende consulta individual y realiza otras actividades relacionadas con su práctica profesional según se le solicite. Para mayor información, por favor escribe a: mariaantonieta.solorzano@gmail.com)
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Publicado originalmente en El Espectador

lunes, 3 de enero de 2011

Al final es la inmensa Pampa

«Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela,
que al hombre que lo desvela
una pena estrordinaria
como el ave solitaria
con el cantar se consuela...».

-Martín Fierro de José Hernández –

Quiero empezar el año rompiendo el silencio de mi blog, silencio que no pretendo justificar al romper el silencio. Quizá por eso empiezo con la primer estrofa del Martín Fierro y como ave solitaria con mi cantar me consuelo.

El pasado, ha sido un año complejo, por dentro y por fuera, en las orillas y en alta mar, en la montaña y en el valle, para terminar en una llanura inmensa e inabarcable que no promete nada y a la vez atrae, incita, impulsa a caminarla sinfín. Como la Pampa de la Historia Argentina de Fresán, como la Pampa de mis sueños recurrentes donde sobrevuelo su inmensidad.

No pretendo tampoco hacer un balance exhaustivo de estos doce meses donde el tiempo no es exactamente lineal, si no ondas a veces más pronunciadas, otras plegadas y replegadas dando la sensación de inmovilidad en los momentos aciagos. Esos momentos que algunos llaman bajón o depresión, pero que yo identifico o proceso más como reflexión, esa reflexión que produce la hemorragia verbal de lo largamente contenido; como el punto donde recobro la energía y disposición suficiente para salir de mi mismo para poder contarlo. Ondas suaves en otros momentos que atraviesan mi cuerpo transformándome... No, no me gustan los balances, siempre tan relativos.

«Yo he conocido esta tierra 
en que el paisano vivía 
y su ranchito tenía 
y sus hijos y mujer... 
Era una delicia ver 
cómo pasaba sus días»

-Martín Fierro de José Hernández –

Ya nada es lo que era, las rutinas de la humanidad se han visto trastocadas por un vendaval de acelerados cambios, unos provocados otros fortuitos, pero son cambios de largo alcance, cambios que no terminan aun de asentarse y que aun traerán más cambios, y que obliga a la mayoría de nosotros a ser concientes de que algo diferente está pasando. Más allá de nuestras creencias y experiencias, más allá de todo lo conocido; esto nos lleva a un permanente ‘revival’, a recrear con fruición lo que fuimos, lo que sentimos en el pasado, léase: libros, música, moda, objetos, personajes... nuestro mundo actual, pese a la tecnología, es un permanente mirar por el retrovisor hacia tiempos más amables, más amados. En definitiva, que se agotaron todos los manuales, todos han quedado obsoletos ante lo que vendrá.

Esta es mi perspectiva, mi punto de vista, mi sentir. Esto es lo que he vivido en este 2010.

En lo personal, la satisfacción de haber podido arrancar con un modo de vida diferente, donde el trabajo se compagina con el desarrollo personal. No es sencillo teniendo en cuenta los tiempos que tocan, ni tampoco exento de riesgos y dificultades, requiere una cierta dosis de arrojo y de replanteamiento del estilo de vida convencional. Ciertos desajustes familiares, la satisfacción de haber retomado el contacto con familiares y amigos en tierras lejanas. El poder dedicarme totalmente a crear formas de hacer mejores los viajes, el estar en constante movimiento. Muy adentro la misma búsqueda que provoca la insatisfacción de la existencia, siempre con la certeza que hay algo más. Algo más, que al final es la inmensa Pampa.

Queridos afectos, amigos y blogueros que el 2011 nos depare lo mejor de nosotros mismos, que se cumplan la mayor parte de nuestros deseos (no siempre se puede tener todo), disfruten de la vida, de los amores y de los placeres.

Abrazo,