jueves, 27 de septiembre de 2012

COMPROMISO EVOLUTIVO



N.B.: Abriendo una nueva vía de Reflexión I: Más allá de las creencias que cada uno de nosotros pueda tener, vivimos tiempos en los cuales cualquier iniciativa que arroje luz sobre el actual estado de cosas y ayude a tener otros enfoques que nos saque del materialismo a ultranza que ha caracterizado el paradigma de las últimas décadas, debe ser sometida a nuestra reflexión para que entre todos podamos interpretarlas y hacer algo distinto, algo que nos haga crear desde la estulta nada, la ilusión por lo trascendental de la vida en este planeta sin tener que destruirlo para conseguirlo. 

LPL’2012

Por BRAD HUNTER

Una vez el genial Albert Einstein definió la crisis como la mejor bendición que puede pasarle tanto a un país como a una persona, ya que es sinónimo de cambio y progreso. Quien atribuye a la situación actual sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más los problemas que las soluciones.

LAS CLAVES PARA VIVIR EN TIEMPOS DE CONFLICTOS

Crisis significa una mutación importante en el desarrollo de algún proceso, ya sea de orden físico, histórico o espiritual. Los chinos antiguos pensaban que la crisis es la voz de la naturaleza advirtiendo a gritos que debemos cambiar. La palabra crisis, en chino, se compone de dos símbolos, de los cuales el primero significa peligro y el segundo oportunidad. El actual panorama mundial nos está reflejando la mayor crisis de conciencia que haya afrontado jamás la Humanidad. Es por eso que no debemos evaluar lo que sucede en la economía, en la política, en lo social, etc., como hechos aislados y producto de vaivenes de los sistemas, ya que los mismos sistemas son creación del hombre y son mantenidos por el mismo. La creación dispone de ciclos cósmi­cos evolutivos que se distinguen por incrementos de frecuencias que alteran a los diver­sos estados de existencia que son, en sí mismos, energía. En este sentido es evidente que nos enfrentamos con un problema de adaptación y cambio de la Humanidad a este nuevo estado evolutivo del planeta. No solo el hombre se ve enfrentado a esta situación, también todos los demás seres vivos están experimentando un cambio en los procesos vitales o en la vida en sí misma. Cada representante de especies viviente en la Tierra dará un completo examen de exigencia o de adaptabilidad para determinar su habilidad para cumplir con las exigencias que le imponen las nuevas condiciones. Evaluar individualmente la crisis a niveles económicos, políticos, sociales, etc. es no comprender el curso evolutivo al que se enfrenta todo el planeta. Igual que un orden jerárquico, si la Tierra se altera, se alterará el ser humano; lo que traerá como consecuencia la alteración de todos los sistemas que el mismo ser humano mantiene funcionando.

EL CAMBIO ES POR ENERGIA 

Los nuevos patrones frecuenciales de energía que emanan del Centro de la Galaxia alteran los ciclos de emisión energética que el Sol irradia a los planetas del sistema estelar. Estas energías, al llegar al planeta, impactan en el campo magnético de la Tierra, el cual actúa como un escudo protector de radiaciones nocivas para la vida. Al incre­mentar los niveles que recibe terminan afectándolo los patrones climáticos causando el tan conocido “calentamiento global"; y esa misma energía produce también el magnetismo humano, ciertas alteraciones que afectan los aspectos psicofísicos de cada uno de nosotros. A pesar de no poder verlos o percibirlos naturalmente poseemos cuerpos sutiles, los cuales son los primeros en recibir los cambios y las alteraciones producto de la energía entrante. Al impactar las nuevas frecuencias en dichos campos, en especial los conformados por los llamados Cuerpo Emocional y Cuerpo Mental, se estará experimentando una “limpieza” y un “recalibrado” de las frecuencias personales a fin de permitir su alineamiento con la esencia más profunda del alma de cada persona. A mayor desajuste que la energía provoque mayor será la crisis personal que deba transitar cada uno de nosotros, generando comportamientos y reacciones (mentales y emocionales), de alteración y alta polarización. La manera en que intercambiamos energía y la manera en que creamos y con­ducimos nuestra cultura global es lo que genera la crisis como parte de la transformación. Como hemos sido inducidos a creer que el dinero lo controla todo, se nos anima a que consideremos esta crisis como algo exclusivamente financiero y económico. No existen soluciones mágicas, ni místicas, sino el trabajo personal basado en el conocimiento del proceso en marcha. El trabajo personal debe estar basado en la búsqueda del equilibrio y de la recalibración; y para ello se requieren cambios en la forma en que vivimos en “términos energéticos”. Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización caracterizado principalmente por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando los métodos habituales para la solución de problemas. Por lo que cono­ciendo la causa que genera la crisis podremos atacar las consecuencias y con ello aprovechar el potencial que nos ofrece la crisis para obtener resultados de superación personal y evolutiva. En estos momen­tos estamos bajo un proceso que nos obli­ga a buscar la expansión de la conciencia y la necesidad evolutiva nos lleva a liberar viejos patrones de vida que van quedando obsoletos a medida que evolucionamos.

COMPRENDIENDO LA CAUSA

Estamos transitando un período en el cual las estructuras de creencias que conforman el sustento del sistema humano actual sucumben como resultado de los cambios energético-conscientes que son producto del fin de un ciclo planetario y cósmico y del inicio de otro. Se manifiestan como conflictos en y desde las estructuras sociales hasta las familiares y personales. El ser humano se enfrenta a planteos existen­ciales que son motivados por un cambio de conciencia que se presenta como parte de las alteraciones que se suceden en todos los frentes del medio en el que se desarrolla (medioambiente, orden social, trabajo, economía, seguridad, etc.). Momentos críticos requieren decisiones críticas.

EN CRISIS ES MEJOR PENSAR QUE LAMENTARSE

En crisis hay que dejar los problemas de lado y focalizarse en las soluciones, no estancarse en los problemas, sino movili­zarse en crear soluciones. Debemos identi­ficarlo que nos alimenta la esperanza y saber siempre buscar en ese recurso la fuerza y el poder de reacción. En crisis hay que apelar a lo racional por sobre lo emocional. No situarse jamás en el lado oscuro de la crisis. En una crisis de evolución jamás debemos focalizarnos en lo involutivo, siempre situarnos sobre los atributos que nos ayudan a la auto superación, el valor, la ética, la moral, el amor, la solidaridad, el sen­tido común, la claridad de mente y la visión integral de la situación nos permitirán alejarnos de todo lo que genera un estado de crisis irresoluta. Las crisis solo pueden ser transformadas por la actitud que adopta el hombre frente a ellas. El optimismo no es la solución, pero ayuda a tener la actitud adecuada frente a la situación. El optimismo no es garantía de éxito, pero el pesimismo sí es garantía de fracaso.

LA CRISIS DE EVOLUCION

Esta crisis no es igual a ninguna otra que se haya presentado en la antigüedad. Los que se aferran a mantener funcionando los viejos esquemas de control y dominio aplicando la teoría de “fuerza y poder es supervivencia” están equivocados. La teoría de Darwin, basada en la evolución del más fuerte, debe ser reemplazada por la teoría de evolución, en la que el que más se adapta a ayudar a la creación en su proceso de crear es el que evoluciona. La actual Humanidad que sucumbe frente a la crisis es aquella que basó sus sistemas de vida en el dominio de la naturaleza, su control y manipulación, logrando con esto solo desorden en los ritmos y ciclos naturales, destrucción de ecosistemas y contaminación. Los cambios los impone la naturaleza y ahora el hombre lo sabe. La Naturaleza toma las decisiones y el hombre debe adaptarse al mandato superior mediante el respeto y la adaptación. Este es un proceso de Amor, no de subsistencia por agresión y supervivencia, esos son conceptos errados del hombre y que lo han conducido a la crisis actual. En este punto estamos necesitando liberar la energía de “control” y de agresión que albergamos hacia la Naturaleza para empezar a considerarla como nuestro sustento y nuestra sabiduría. Tenemos que dejar de temer a los “desastres naturales” y aprender a trabajar con la Naturaleza en Paz y en Armonía. Cuando aceptamos que la sabiduría de Dios fluye a través de la Naturaleza, aceptamos que hay un plan “mayor” que está ahí para nuestro bien más elevado. Nos entregamos al Flujo de ese Amor y al surgimiento de las nuevas energías. Confiamos en que todo saldrá bien y empezamos a alinearnos armónicamente por nosotros mismos con el flujo de esa nueva energía. Cuanto mejor podamos alinearnos con ese flujo de Amor que se expresa a través de la Naturaleza, mejor podremos sentir el plan superior que está surgiendo. Cuánto más nos retraiga en la creencia en el dinero y el control, más pánico y nerviosismo sentiremos, junto con una sensación de pérdida y de desintegración. Sencillamente no funciona, así que estamos aprendiendo a dejar que se vaya, a alejarnos de ellos y a alinearnos con lo que sí nos da resultado y fluye para nosotros. Y cuando alcanzamos ese “flujo” del amor. . . ya estamos en Estado de Gracia. A medida que seamos conscientes de ello. . . algún tiempo después. . . grupos enteros de nosotros entrarán en esa Gracia . . . y después serán ciudades y países enteros. . . Ese es el Plan para la Nueva Tierra. Y empieza desde lo individual hacia lo colectivo.


1 comentario:

Unknown dijo...

O sea lo que yo deduzco de tu entrada es que " a mal tiempo buena cara " ¿no?
Me gusta por definicion ese lema colega, pero cuando pienso que llevo tres años con el sueldo congelado, a demas de habermelo bajado dos veces y de quedarme sin paga extra de navidad, la cara que se te queda no es de felicidad precisamente.